4 de abril de 2011

Cometas en el cielo (Khaled Hosseini)



Género:   novela
Páginas:  382
Año:        2003
Elegido por:  Autor   -   Género/Tema   -   Recomendación/Críticas

*****  (Muy bueno)

Confieso que mi vida de lector ha transitado preferentemente por autores norteamericanos, ingleses, españoles y latinoamericanos; también franceses (Victor Hugo y Alejandro Dumas, etc.). Últimamente se han incorporado los escritores nórdicos, sobre todo Henning Mankell.

Todos ellos describen situaciones que se identifican más con la sociedad en que me ha tocado vivir, y como los títulos son casi infinitos, siempre encontré en ellos la fuente donde abrevar.

Pero de tanto en tanto surge la posibilidad de incursionar en las obras que nos describen otras culturas, y a fé que la experiencia ha sido enriquecedora. Esto ha ocurrido con Cometas en el cielo, la primera novela de Khaled Hosseini, un médico y escritor nacido en Kabul, Afganistán y radicado en Estados Unidos, país del que obtuvo la nacionalidad.

Cuando llegó a mis manos Cometas en el cielo, no lo dudé ni un instante y acometí su lectura de muy buen grado pues tenía el antecedente de Mil soles espléndidos, segunda novela de Hosseini, que me había parecido muy buena. No quedé defraudado.

En Mil soles…. Hosseini describe los padecimientos de la mujer afgana en una sociedad tan diferente a la nuestra en cuanto a cultura y costumbres, muchas de las cuales resulta difícil entender. Afganistán cobró notoriedad periodística con la invasión y ocupación soviética en 1975 y luego con la aparición de los talibanes, máximos exponentes de un fundamentalismo ciego, arcaico y cruel.

En Cometas en el cielo, Hosseini, cuya familia pudo emigrar a Estados Unidos, narra de manera claramente autobiográfica, las vicisitudes de su alter ego Amir, cuya infancia transcurre en Afganistán, adolescencia y madurez en Estados Unidos, y regreso a su país natal para saldar algunas deudas que habían quedado pendientes.

Es en síntesis, un conmovedor canto a la amistad y de cómo algunos hechos casuales pueden marcar nuestro destino.

Durante la lectura de un libro suelo anotar en hoja separada algunos fragmentos que me parecen relevantes. De Cometas en el cielo, rescato un par:

“El robo es el peor de los pecados. Cuando matas a un hombre, le robas la vida. Le robas el marido a una esposa y el padre a unos hijos. Cuando mientes, le robas al otro el derecho a la verdad. Cuando engañas, robas el derecho a la equidad”.

“...un muchacho que no es capaz de defenderse por sí mismo se convierte en un hombre que no sabe hacer frente a nada”.

Algunos libros pasan sin pena ni gloria, aunque siempre sostengo que TODOS dejan ALGO, pero esta primera novela de Khaled Hosseini merece un lugar en los anaqueles, y ¿por qué no?, también una segunda lectura.

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Sinopsis


Cometas en el cielo es la conmovedora historia de dos padres y dos hijos, de su amistad y de cómo la casualidad puede convertirse en hito inesperado de nuestro destino.

Obsesionado por demostrarle a su padre que ya es todo un hombre, Amir se propone ganar la competición anual de cometas de la forma que sea, incluso a costa de su inseparable Hassan, un hazara de clase inferior que ha sido su sirviente y compañero de juegos desde la más tierna infancia.

A pesar del fuerte vínculo que los une, después de tantos años de haberse defendido mutuamente de todos los peligros imaginables, Amir se aprovecha de la fidelidad sin límites de su amigo y comete una traición que los separará de forma definitiva. Así, con apenas doce años, el joven Amir recordará durante toda su vida aquellos días en los que perdió uno de los tesoros más preciados del hombre: la amistad.
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Primeras líneas
"Diciembre de 2001 Me convertí en lo que hoy soy a los doce años. Era un frío y encapotado día de invierno de 1975. Recuerdo el momento exacto: estaba agazapado detrás de una pared de adobe desmoronada, observando a hurtadillas el callejón próximo al riachuelo helado.

De eso hace muchos años, pero con el tiempo he descubierto que lo que dicen del pasado, que es posible enterrarlo, no es cierto. Porque el pasado se abre paso a zarpazos. Ahora que lo recuerdo, me doy cuenta de que llevo los últimos veintiséis años observando a hurtadillas ese callejón desierto."

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