10 de septiembre de 2011

Idolos de nuestra juventud; éramos tan ingenuos...



Son los héroes de nuestra adolescencia, aquellos que llenaron tantas horas en las que devorábamos sus aventuras junto con los menos atrayentes libros de texto en el período escolar.

Quién no llevaba en sus mochillas las revistas de historietas que estaban de moda, intercaladas junto con las carpetas y manuales?Cada uno tenía sus preferencias y se convertía en fiel seguidor de sus personajes favoritos, y es que había tantos para elegir antes de que la televisión invadiera los hogares y algunos de ellos, con el tiempo, pasaron a tener rostro y voces reales merced a las series y también el cine.

Otros quedaron relegados al olvido pero siempre han ocupado un lugar en nuestras memorias. Algunos, como en mi caso, se acordarán de Colt Miller, en la revista Rayo Rojo, de Misterix y Bull Rocket, que aparecían semanalmente en la revista Misterix, dónde tuvo también su momento de gloria un tal Kansas Kid.Eran los héroes perfectos y no les cuestionábamos nada.

Siempre triunfaba el bien sobre el mal y así éramos todos felices. Estos recuerdos los sitúo en Argentina, escenario de mi adolescencia. Junto a los personajes mencionados surgieron otros que tuvieron más suerte y pasaron a convertirse en figuras de series de televisión, como el mundialmente conocido Tarzán de los Monos, Superhombre (Superman) Batman y Robin y el Llanero Solitario y su amigo indio Toro.

A estos especialmente queremos referirnos en esta reseña. A medida que crecemos vamos dejando atrás parte de la candidez que nos envolvía en nuestra pubertad, y comenzamos a hacernos preguntas muy mal intencionadas acerca de las “amistades sospechosas” entre nuestros héroes, rodeados de un halo de castidad y virtud que en ningún momento se nos ocurrió cuestionar.

Ahora, haciendo una retrospectiva, nos surgen dudas acerca de sus impolutas vidas sin mácula que ofendiera la moralidad de nuestra sociedad. Ya más creciditos, sabemos que hay hechos incuestionables, uno de los cuales es que el hombre no puede vivir sin la mujer y viceversa. Y nuestros héroes no tenían mujeres!!!

Vamos a una pareja que siempre me ha intrigado: El Llanero Solitario y Toro. ¿Qué tipo de relación había entre ambos? ¿Eran más que amigos? Nunca lo sabremos, pero lo cierto es que el comportamiento de ambos despierta sospechas.

¿Cuál de los dos lavaba y planchaba la ropa? ¿Cómo hacía El Llanero para lucir siempre impecable, afeitado y con camisa y pantalones sin una mancha y perfectamente planchados?¿Por qué después de completar con éxito una misión de defensa del débil y castigo a los malvados, salían a todo galope sin rumbo fijo ya que no vivían en casa alguna y siempre cabalgaban de un lugar a otro? Pero eso sí, finalmente se ocultaban detrás de una enorme piedra –la misma en todos los episodios de la serie- dónde tal vez tenían una plancha de carbón y los elementos de cocina.. porque en algún momento debían comer.


Sea como fuere, esa enorme piedra nunca nos permitió conocer algo más sobre la intimidad de esta pareja tan avenida en todo.

Otro par de héroes que alcanzaron el estrellato cinematográfico son sin duda Batman y el joven y carilindo Robin. En la versión televisiva se nos presenta Robin como un adolescente imberbe, pero en la relación entre ambos no se deja entrever nada que alimente sospechas fundadas que manchen la reputación del justiciero hombre murciélago.

Sin embargo, la ausencia de una relación de Batman con alguna amiga circunstancial ha dado lugar a incontables comentarios mordaces y no tan sutiles que hablan incluso de pedofilia, algo muy difícil de aceptar si nos atenemos a los valores morales que defiende Batman.

Y tenemos también al indestructible Superman, quien a menos que se le acerque un trozo de kryptonita, es capaz de cualquier hazaña. Todos tenemos nuestro punto débil y el de Superman parece ser el rechazo al sexo opuesto, dado que sistemáticamente se niega a una relación con la bella periodista Lois Lane que lo devora con la mirada.

Es una lástima, porque de habérselo propuesto, nadie se atrevería a dudar de que, utilizando todos sus poderes, los records de los que se vanaglorian Warren Beaty y Julio Iglesias hubiesen quedado en ridículo.

De Robinson Crusoe y su criado mejor no hablemos. La pollerita que luce Viernes huelga todo comentario.

Finalmente, encontramos una perla entre tantos héroes de dudosa moralidad.

Tarzán de los Monos tuvo una infancia y adolescencia en solitario, sólo rodeado de monos y monas, pero en algún momento se le cruzó UNA MUJER y no desaprovechó la oportunidad, a tal punto que según algunos textos tuvo descendencia.


Ya era hora de que alguien reivindicara al vapuleado sexo masculino.
-José Trepat

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